miércoles, 23 de noviembre de 2022

Me perdí

Me perdí, sin querer,me voy perdiendo:
entre sonrisas y abrazos,
entre besos y cuerpos
entrelazados.
Un trozo de mí se desliza
de entre mis dedos.

Poco a poco, me voy perdiendo:
entre sueños y quimeras,
entre alucinaciones y vasos rotos,
un halo de mi alma se desprende,
colgada en rosales ya olvidados.

Me perdí, me voy perdiendo:
por cortar la oreja a un pintor
perdí mi mente alucinada,
guardo un fragmento de ella
como el que atesora una piedra
recién encontrada.

Me perdí, me voy perdiendo:
por complacer a una cortesana
perdí mi inocencia niño,
llevo colgado su retrato
al cuello, deshojado.

Me perdí, me voy perdiendo:
por salvar a quien se ahogaba,
perdí mi aliento enamorado,
a veces lo oigo con el viento.

Me perdí, de perderme
me voy perdiendo, sin querer…

domingo, 20 de noviembre de 2022

Alma polilla

Vuela cada noche
mi alma polilla
hacia tu cama encendida.

Va hacia la luz
de un farol que prendiste,
del calor de tus sábanas,
tan llenas de ti.

Temo que el deseo
la queme y arda estéril
a pies de tu cama encendida,
tan llena de ti,
tan vacía de mí.

lunes, 1 de agosto de 2022

Dolor

El dolor está
en las raíces,
en la tierra,
en las entrañas.
El dolor es el fruto
del silencio,
del olvido,
de la mente.
El dolor me envuelve
desde dentro
afuera
desde siempre.

jueves, 28 de julio de 2022

lunes, 11 de julio de 2022

En mil pedazos

Y no puedo tocarte
mis manos se vuelven
ceniza esparcida
por el viento.
Mis dedos se crispan
como cristales
y caen pedazos
de mí
por el suelo.

Y no puedo tocarte,
no sé por qué
no puedo tocarte. 
Es todo un mal sueño.
Mi alma clama
a un cielo desnudo,
grita presa de un corazón sediento.

Saltan en mil pedazos
nuestras imágenes
antes de que se rocen
nuestros labios,
en mil pedazos ruedan 
mis sueños por el barro. 

Se mezclan trozos de ambos
en amasijo informe y caos.
Y no he podido tocarte,
somos mil pedazos...

viernes, 24 de junio de 2022

Soy un tonto sentimental

Guardo en una carpeta
los mensajes que no te envié, 
las fotos que no compartí,
los vídeos que no te mandé,
la música que no escuché, 
el amor que me faltó. 
Soy un tonto sentimental. 

sábado, 30 de abril de 2022

Mármol

Arcilla se volvió
tu mármol en mis manos.
 
Moldeo con el movimiento
de mi cuerpo
la sonrisa que se dibuja
en tus labios.
 
Al compás del torno
de nuestras cinturas
bebo del seno de tu pechos
desnudos.

Saboreo despacio
el ronroneo que sale de tu boca
ávida de nuevos impulsos
circulares,
rápidos
y certeros.

Enredo mis dedos sobre tu
ensortijado pelo,
creyéndome presa de un tiempo
que se detiene.

Siento firme tu mano
sobre mi nalga desnuda
y erizada de finales que
no quieren acabar.

Tus piernas flexibles me envuelven,
rodean férreas el ansia que no se detiene,
recogen el sudor de nuestras frentes
en el que se ahogará pronto nuestro furor.

Y, por fin, en arcilla se volvió
tu mármol en mis manos.

miércoles, 23 de marzo de 2022

Finjamos amor

Finjamos amor
con nuestras manos entregadas
que nos amamos tiernamente.

Hagamos castillos
de arena con nuestras muñecas,
mientras se acerca irremediable
la espuma del mar.

Finjamos amor,
que lo nuestro es eterno,
que no hay distancias
insalvables
entre nuestros cuerpos.

Tapemos el sol con los dedos,
apaguemos el murmullo de la mañana.
Sea nuestra fuerza
nuestro anhelo.

Finjamos amor,
abracémonos frente al fuego.
Oigamos juntos
el canto de las llamas
hasta consumirnos.

Mintámonos a los ojos,
frente a frente,
con la punta de la lengua,
con la yema de los dedos.
Cubramos nuestra soledad
de alientos y sosiegos.

Y cuando el nuevo día
nos parta en dos,
hallará mi pulso 
aún dormido 
entre tus dientes.

Finjamos amor.

domingo, 20 de marzo de 2022

Se busca musa

Se busca musa a tiempo parcial,
semanas alternas,
de lunes a domingo
menos los miércoles y viernes
por la tarde.

No se precisan estudios
solo un número de teléfono
(puede ser inventado)
donde enviar a veces
algún peregrino mensaje.

Los mensajes siempre se dejarán
en "visto" durante un par de días,
aunque no es imprescindible
al final se podrán responder con un 
gracias.

El ofertante se compromete a proporcionar 
una remuneración sobre su persona
consistente en:
falta de descanso que podrá ser
aumentado en insomnio en función
de objetivos, nervios destrozados, 
seguido de una melancolía contumaz y
una más que aparente mala leche.

Las solicitudes se enviarán a este teléfono
indicando nombre y adjuntando foto trucada.
Por favor, absténganse personas serias,
con las ideas claras o con todas las facultades mentales intactas.

Cuando se haya elegido a la candidata,
se le enviará un whatsapp con más detalles.
No olvide dejar el mensaje en
"visto". 

miércoles, 16 de marzo de 2022

El niño y la rosa

Un día el niño se acercó a un rosal,
por fin, después de un largo invierno,
pudo ver una delicada rosa
que abría tímida su regazo.

Entonces el niño
acercó su mano
y la agarró
con todas sus fuerzas,
sin oír sus chillidos,
sin percatarse
de sus quejas,
loco de pueril amor.

De pronto notó
un agudo pinchazo,
una pequeña espina
se le había clavado.

Abrió la mano asustado:
una gota de sangre
caía
de su palma abierta,
una lágrima de dolor
descendía
de sus ojos cerrados.

Y no supe qué
le hacía más daño:
su pequeña mano o
su impetuoso corazón.

lunes, 14 de marzo de 2022

Padre, Madre...

Padre, dame la mano
que quiero mecer mi pena
en ella.

Hazme un hueco hondo
donde enterrar mi corazón
sediento de demasiadas cosas.

Madre, dame tu fuerza
que quiero taparme la cara
en ella.

Muéstrame tu hombro desnudo
donde descansar mi cabeza
hambrienta de paz.

Padre, Madre...,
quiero sentir el olor
de los juguetes rotos,
y dormir acurrucado
en vuestro regazo

una vez más…

miércoles, 11 de agosto de 2021

Esa es ella

Dulce, peligrosa, sensual,

cariñosa, violenta, tierna,

caprichosa, testadura, buena.

Esa es ella…

Alegre, taciturna, divertida,

solitaria, locuaz, íntima,

soñadora, ventrílocua, real.

Esa es ella…

Telúrica, concupiscente, virginal,

apasionada, triste, vivaz,

sonriente, bestial, balsámica.

Esa es ella

y mucho más…

Ufana, hierática, bailarina,

sofisticada, sencilla, majestuosa,

coqueta, tímida, presumida.

Esa es ella

y mucho más…

Niña, huracán, risa,

rebelde, sumisa, aguerrida,

inocente, malvada, afectiva.

Esa es ella

y mucho

y mucho

más…


domingo, 25 de julio de 2021

Bajo un manto de nubes


A Emma

Bajo un manto de nubes
de algodón y azúcar,
cojo tu mano tierna,
dulce,
pequeña,
y la aprieto con fuerza.

Sobre un campo de rosas
de espinas y pétalos deshojados,
tu sonrisa ilumina mi camino,
me acompaña en mi jornada,
mientras aprieto con fuerza
tu mano tierna,
dulce,
pequeña.

Sé, desde que iniciamos
nuestra aventura juntos,
que serás mi sol y mi luna,
mi risa y mi llanto,
la tormenta y el tórrido verano.

Desvelos de un padre,
tal vez abnegado,
que bajo un manto de nubes,
sobre un campo de rosas,
aprieta siempre con fuerza
tu mano tierna,
dulce.
Mi pequeña.

Cuando hay sombra

Solo cuando hay sombra
se pueden ver las estrellas.

                        J. A. Buesa

 

Apagaré todas mis luces,

será mi alma una noche oscura,

para poder ver las estrellas

que se esconden tras

mis dichas y mis penas,

para poder ver las estrellas

que están grabadas sobre

tu piel suave y serena.


viernes, 25 de junio de 2021

Las notas rozan el corazón



Las notas rozan el corazón
— música del alma—
calladas,
y caen lágrimas de alegría
sobre los labios resecos,
y la risa explota
en llanto,
mientras la música
sigue sonando.

domingo, 16 de mayo de 2021

Sentado a la sombra

Sentado a la sombra
de un mar de mayo
soñé un poema:
De otro, de otro
eran tus besos,
desvelos de sábanas
y noches de lunas
rasgadas.
Yo miraba de lejos
tus manos entrelazadas,
sentía envidia,
un poco de rencor, incluso,
pues eran para otro, otro,
tus miradas de negro nácar.
Y recordé al poeta cubano,
el triste sonido de sus versos.
Me dije a mí mismo que
era de otro, de otro
el cielo.

Voy soñando poemas

Voy soñando poemas,
verso a verso,
lágrima a lágrima,
ritmo a ritmo,
beso a beso,
hundido en las olas de
un mar de mayo.

sábado, 15 de mayo de 2021

Soy todas las olas

Soy todas las olas
y ninguna.
El aire húmedo
que acaricia la caracola.
Soy todas las olas
y ninguna.
La risa del niño,
la pena que lloras.
Soy todas las olas
y ninguna.
La tarde vestida de gris,
el peso del viento,
el frío en tu boca.
Soy todas las olas
y ninguna.
La música de tu risa,
el agua en tu cintura,
la vida que me otorgas.
Soy todas las olas
y ninguna.
La mirada torcida,
el miedo en tu pelo,
nuestros besos.
Soy todas las olas
y ninguna.
El océano que reniega
de su existencia.

martes, 11 de mayo de 2021

Los gatos de la noche

Pelean los gatos en la calle,
a plena luz de la luna
sus maullidos rompen
el silencio de los muertos.
 
Una sabiduría superior
guía los pasos de los
perdidos, esta noche.
 
La paz de las estrellas
rompen con sus uñas
afiladas y sedientas.
 
Una fuerza serena
llena de amor y paz y alcohol
los acompaña dóciles a su destino.
 
Los gatos de la noche
pelean en las calles,
el podrido bocado
les espera ávidos por el hambre.
 
Las luces de la ciudad proyectan
fantasmas del pasado,
viejos temores de niños asustados.
 
Sus golpes suenan
veloces y certeros,
cazan luminosos
ojos entre contenedores
de basura y desperdicios.
 
El miedo se apodera del viajero
que prueba su valía
cerrando filas en su sucia madriguera.
 
Su rey se alza con la victoria
hasta la próxima cita
donde el último de los bocados
a sus entrañas anima.

domingo, 9 de mayo de 2021

Al filo de la espada

En el apego de un hombre a su vida hay algo más fuerte que todas las miserias del mundo. El mito de Sísifo, Albert Camus

En guerra, estoy en guerra,
siento las sacudidas
de la montura
rápida y veloz
sobre la tierra.
La sed de sangre
me embarga.
El ruido rompe
cada fibra de mi ser,
la hierba se tiñe del color
de los muertos.
El tiempo detiene
la acción en un gesto
crispado
de rabia y dolor.
Mi cabeza afilada
apunta certera al objetivo,
no hay perdón posible,
no hay salvación
en esta tierra baldía.
Siento que el filo de mi cuerpo ya parte
la oscuridad del día
por última vez.
La fuerza de la mano que me sostiene
es firme y serena
como el alba en invierno
como la noche del alma.
Su presión de ansia y muerte
salvaje.
En guerra,
estoy en guerra,
voy hacia la muerte
con el filo mirando al cielo
y la empuñadura forrada en cuero
negro.
Grita el campo de batalla
gritan todos los muertos
en sus tumbas perdidas y olvidadas.
Sé que es mi último combate,
no me importa,
di mi vida a quien me sostiene,
cumplo con honor
sonriendo de frente,
sin deber nada a nadie
ni a la piedra
ni a la forja
ni al metal.
Esta es mi vida
y la doy con orgullo
por lo vivos
de otros tiempos.

jueves, 6 de mayo de 2021

El misterio

¿Dóndes está el misterio
de los brazos rotos,
del beso perdido
de amores olvidados?
¿Dónde quedó el relámpago,
la audaz metáfora,
el tambor del llano?
¿Dónde ese río moribundo
en el que las almas
se lavan las manos?
Se rompió el encanto
del dulce estilo
se extravió la nota.
Ya no hay martillos
sobre yunques,
ya no hay niños
que sueñan ser piratas.
No más íntimos
roces entre existencias
extraviadas.
Murió la poesía
por brutal sinceridad
de unas sonrisas vacías,
aplastada por el tiempo,
por la anécdota
anodina de una historia de Instagram.

miércoles, 5 de mayo de 2021

El dolor está

El dolor está
en las raíces
en la tierra
en el viento.
El dolor es el fruto
del silencio
del olvido
de la mente.
El dolor envuelve
desde la garganta
al vientre,
desde dentro
a fuera,
desde siempre.

A mi limonero

Mi pobre limonero murió
en una noche de invierno
entre viento, nieve y escarcha.
Intenté salvarlo,
le corté las ramas
rotas,
le di todo mi amor,
le susurré palabras hermosas,
le acuné las raíces sobre mi corazón
marchito,
le canté una nana muda.
Mi limonero se me murió
en una noche de invierno
donde la oscuridad mataba
y el cielo era despiadado.
Yo salí a buscarlo
desnudo,
con la piel como ofrenda
froté mis llagas sobre
su seca corteza.
Desollé mis manos
entre filos y dientes duros,
puse mi alma en juego
por salvarlo.
Mi limonero se me murió
en una noche de invierno
y no sé por qué
yo no morí en el intento,
y no sé por qué
aún me duele
cuando lo recuerdo.

domingo, 13 de diciembre de 2020

Blanco y sobre blanco, negro

Blanco, y sobre blanco,
negro.
Tu cabello suelto cubre
lento tus hombros;
tus manos ávidas
asen mi cuerpo
y recorren,
pícaras,
su contorno.
Mientras, tus ojos brillantes
como ascuas en la noche
miran y dicen,
callan y otorgan.
La marea de las caderas
inunda la noche
de un ritual ancestral.
Blanco y, sobre blanco,
negro.
Gime la luna al compás,
miran recatadas la escena
las estrellas lejanas.
Transpira la oscuridad.
Blanco y, sobre blanco
negro.
Sigue el ritmo
de nuestros cuerpos
el vacío denso de la habitación.
Y otra vez,
blanco y sobre blanco
negro.

domingo, 15 de noviembre de 2020

Tus manos de ébano blanco

Tus manos de ébano blanco
recogen, suave(s),
el agua que inunda mi pecho.
Mi existencia recorre
las líneas de la vida
y el amor.
Veo, desde abajo, tu cintura sumergida
en el cálido mar de la tarde;
veo tus pechos desnudos,
son el sol y la luna
del firmamento de mi ocaso.
Introduces de nuevo
tus manos en el agua
y el vaivén de tus palmas
desborda, feliz,
mi corazón abierto.
La brisa marina
desordena tu pelo negro
mientras juegas así, mi niña, 
con mi alma y mi cuerpo.

viernes, 9 de octubre de 2020

Hoy no he vivido

Hoy no he vivido, 

no he contemplado el

mecimiento acunado de las hojas, 

el batir de alas de una mariposa, 

el juego perpetuo de un sol anaranjado. 


Cierro los ojos, y no he vivido, 

no vi la sonrisa franca, 

el tacto casual de unas manos, 

el saludo desconocido, 

el acto sincero del que pasa a mi lado.


Cubro con mis manos 

mis oídos, y no he vivido,

no escuché

el sonido de una carcajada lejana,

el grito de un improperio,

el murmullo de pasos que se alejan,

el eco de la calle.


Abro mis manos al vacío,

no acaricié el sillón olvidado de mi cuarto,

la hierba húmeda de la mañana,

el vello de unos brazos ajenos,

el goce de una cara infantil. 


Pasa el tiempo, 

el otoño deja a su paso más dudas, 

más momentos perdidos. 

La sonrisa de un hijo, no la vi. 

El abrazo de un padre, no lo sentí. 

La mano de un amigo, no la apreté. 

El amor de una amante, no lo exprimí. 


Abramos ojos, oídos, manos y piel, 

miremos alrededor,

despacio, 

y agarremos con fuerza el momento, 

para no volver 

a no vivir.

domingo, 6 de septiembre de 2020

Quisiera ser

Quisiera ser las brasas del fuego,
la rama que crepita
débil
consumida por las llamas,
la luz palpitante que vuelca
su último aliento sobre la roca
fría y dura,
para iluminar
tímida
la cueva en que habitas.

Quisiera ser la araña
que teje en la oscuridad
el manto con que cubrirte,
la serpiente que repta por
el suelo ennegrecido y húmedo
y vela tu sueño,
el murciélago nocturno
de grandes y plegadas alas
que colgado del techo
protege tu aliento
desde las alturas.

Quisiera ser el fango de tus pies
cansados,
la negrura que envuelve tu ser,
el aire frío que respiras,
la estalactita en que apoyas tu brazo,
el vaho denso que exhalan tus labios
tristes.

Quisiera estar ahí
donde ahora habita tu alma,
de cualquier forma, manera o sustancia,
para cuando despiertes de tu pesado sueño
me mires a los ojos
y sepas con certeza,
por como te miran los míos,
que nunca estuviste sola,
pues yo estaba ahí, 
de cualquier forma, manera o sustancia.

jueves, 3 de septiembre de 2020

No fui bendecido

No fui bendecido

con el don de la palabra,

a las pruebas me remito.

 

No esperes de mí

un ramo de flores,

una postal de película,

un anillo en una promesa.

 

Soy la sombra muda

que te persigue por el pasillo,

el roce de una mano

al pasar.

Un beso inesperado,

un abrazo furtivo.

 

Es cierto, no fui bendecido

con el don de la palabra,

me reitero en lo dicho.

 

No esperes memoria de aniversario,

ofrendas nocturnas,

pétalos de rosa.

 

Soy el que cambia de canal,

el que cede su lado de la cama,

el que te ofrece su último

trozo de pastel.

 

Soy el que siempre está ahí,

a tu lado,

aunque no te lo diga

siempre,

pues no fui bendecido

con el don de la palabra.


jueves, 13 de agosto de 2020

A la RAE

Remito esta carta a la RAE,
a Santiago Muñoz, incluso
a Antonio Pérez-Reverte,
a quien convenga carajo.
Solicito, humildemente,
que eliminen ya,
de los libros de texto,
de la conjugación verbal:
condicionales, futuros y pretéritos.
Simples y compuestos.
(No entraré en imperativos,
ni en tiempo ni en modo).

Solicito, humildemente,
que dejen solo el presente,
el que indica aquí y ahora,
no quiero saber nada de hipótesis ni deseos,
que se joda el subjuntivo,
perdón, que me caliento…
Que quemen el resto
de manera perfecta o imperfecta,
me da igual,
pero que desaparezcan.

Por último, solicito,
humildemente,
y con esto acabo,
que animen a usar a la gente
más verbos transitivos:
querer, amar, desear, perdonar…
Atentamente, su humilde servidor
en el presente.

Te aprehendo

Te aprehendo en este momento,
con la yema de los dedos,
con la piel y los huesos.
Se detiene el fluir del pensamiento
en suspenso vital nuestros deseos
y beso, despierto, todo tu cuerpo.
Ya no existe el tiempo,
no hay límites a nuestros alientos
en este único, primordial, nuestro
momento.

Bésame

Bésame con todos los besos
que tu boca ha dado.

Quiéreme con todo el amor
que tu corazón ha regalado.

Estréchame con todos los abrazos
que tus brazos han brindado.

(Déjame ir con todas las lágrimas
que tus ojos han derramado).

La cena con la muerte

Ayer quedé con la muerte,
lo resumiré, en breve,
era nuestra primera cita,
cena, velas, música y
lo que se tercie.
-Cocino yo, es mi casa,
faltaría más, -le dije.
Mientras me preparaba encendí el horno.
Llegó la visita, puntual
como no podría ser de otra manera.
Capucha, guadaña, etc.,
lo típico de la primer cita.
-Estás algo delgada -le comenté.
-Has de comer más, mujer.
Hablamos de mi trabajo,
de su trabajo:
que si las clases, los aprobados,
las pandemias y los hospitales privados.
Un buen rato,
no sabía que esta mujer hablara tanto.
Un olor a quemado nos hizo callar,
se ha quemado la cena grité
alarmado.
No pasaba nada, reímos como locos.
Entonces saqué las velas para crear ambiente,
con las risas, ya relajados,
ella se había bajado la capucha negra,
brillante calavera a la luz de los llamas.
Qué bella estaba…
Las velas eran perfumadas,
de vainilla, me dijeron.
Mi invitada empezó a toser,
no se encontraba bien.
Dios mío que la muerte se me
muere,
y en mi casa.
Era alérgica a los frescos olores, a las alegrías y a las flores.
Apagué las velas, rápido
abrí puertas y ventanas.
Mientras ella descansaba sobre el sofá,
puse música romántica,
de las muy tristes, claro.
Pensé, vamos mal,
esta se me escapa.
Le pedí bailar uno de esos bailes agarrados.
Parecía que la cosa fluía al fin.
Pero no sé si fueron los nervios o
su larga y negra túnica encapuchada,
sin querer, le pisé el pie,
la hice caer.
Fue tal mi zozobra,
le pedí mil perdones y
le ayudé, gentil, a levantarse.
Ella, ya enfadada,
con síntomas aún de su alergia,
me retiró airada mi mano.
Me dijo entre toses que tiene que irse,
que la esperan en otra parte,
cosas de trabajo.
Yo eso lo respeto.
Le abrí la puerta cabizbajo,
otra vez mil disculpas,
yo no soy así,
es que es la primera vez que invito a la muerte.
Aceptó con ademán nervioso mis disculpas,
-¿Quedamos para otra día? 
Pero esta vez cenamos fuera –le rogué,
con una sonrisa en los labios.
Ella cerró la puerta sin mirar atrás.
Vaya, pensé
se me ha escapado la muerte.

miércoles, 12 de agosto de 2020

Cambio de canal

Sentado en el sofá, 
viendo la tele,
cambio de canal,
voy de película en película,
de Alien a Viernes Trece,
La tentación vive arriba,
(la bella Merilyn)
Transporter de mi actor favorito,
rudo y sexy calvo,
uno de los nuestros.

Cambio de canal,
pensando en el ahora
intento estar presente,
oír el murmullo de la noche,
los coches que van, 
la gente que viene
bajo mi ventana abierta.
A veces consigo cierta quietud,
otras, cambio de canal.

Aburrido apago la TV,
ya son las 12 de la noche,
tengo sueño,
aunque no consigo conciliar, últimamente,
mi mente con las sábanas,
tengo ganas de verte
y cambio de canal.
Me voy al cuarto, 
pienso en el último poema que he escrito,
"Bailando con el miedo", 
tétrico compás que no bailaré.

Cambio de canal,
pienso en una sonrisa radiante, 
en unos labios que reinician vidas al tocar,
en qué haré mañana por la mañana al levantarme,
en el poema tétrico que compuse ayer, 
en el último libro que leí,
pienso en mí.

Cambio de canal,
tumbado en la cama me concentro en el presente,
dejo que fluyan el miedo y la alegría por mi cuerpo,
no hay apegos, solo el ahora de mi cuarto en penumbras.
Respiro profundamente.

Cambio de canal,
oigo en mi mente unos versos del viejo,
los escuché de uno de mis youtubers favoritos ,
“se puede hacer poesía de las pequeñas cosas”.
Yo hago poca cosa de la poesía
y eso está bien.
Sigo tumbado, buscando un último verso que cierre
el día.
Medito un rato, me estoy durmiendo al fin,
pienso una última vez en tu pelo entre mis dedos,
en la fragancia de tu cuerpo.

Cambio de canal,
mañana la veré,
hablaremos por el móvil,
estaré nervioso hasta que llegue el momento,
vuelvo a pensar en mí.
Me duermo y cambio de canal,
ya te veo…

domingo, 9 de agosto de 2020

Trece pisos me separan de ti

Trece pisos me separan de ti.
En la falda del edificio,
siento, tras una dura jornada,
que no podré subirlos.
Luego me lleno de valor
y como Hércules me lanzo a la carrera
hacia las serpenteantes escaleras,
esforzado en sus trabajos.

Trece pisos me separan de ti.
En los tres primeros,
por el impulso y las ansias de verte,
creo que el reto se queda corto
que soy Leandro el de la fuerte brazada,
que en un instante estaré a tu lado,
abrazándote,
no apagues el farol mi amada.

Menos de trece pisos me separan de ti.
Después de la euforia,
empieza a faltarme el aire en los pulmones,
las piernas me arden,
la carrera se ha tornado en un avance
más lento, de pasos fuertes
de ecos en el pasillo.
Siento el pico divino, lacerante,
sobre el hígado atado a la roca.

Menos de trece pisos me separan de ti.
A medio camino del recorrido,
mi vida pasa compacta ante mis ojos,
soy consciente de los pisos que quedan
y las fuerzas empiezan a abandonarme,
temo girar la cabeza hacia atrás,
caer al infierno de nuevo.
Tras esta pequeña derrota,
aprieto los dientes,
agarro con fuerza la barandilla,
acelero el paso.

Menos de trece pisos me separan de ti.
En el noveno, décimo, undécimo,
me siento desfallecer y
como Sísifo, condenado, por toda la eternidad.
Descanso un poco, cojo aire profundamente,
mi corazón ya desbocado vuelve a regañadientes
a su estado natural.

Casi he llegado, solo un piso me separa de ti.
Al llegar a la planta deseada, creo que Ulises
no hubiera estado tan feliz al ver a su hermosa Ítaca.
Soy el vigía que en lo alto de la cofa grita:
-¡Tierra, tierra, tierra a la vista!

Ya dentro, dejó caer lo que fuera mi cuerpo
sobre el sofá.
Unos pequeños, ruidosos, rápidos
pasos se acercan, tan llenos de fuerza, tan llenos de vida,
me rodean con sus bracitos saltarines:
- ¡Trece pisos has subido… Muy bien!
Vayámonos al parque a jugar,
mamá.
Pienso en Hércules, Leandro, Prometeo,
Eurídice, Sísifo, Ulises y
los trece pisos.
Les sonrío:
- Claro amores, dadme un minuto,
ahora bajamos.

viernes, 7 de agosto de 2020

Con el paso cambiado

Todos transitamos con el paso cambiado
por el mismo camino.
Unos lo hacen a rastras,
otros son llevados por la corriente,
los hay veloces corredores y
lentos y metódicos observadores,
también quien, atados ambos pies,
pega saltitos cada vez.

Y todos luchamos en la misma guerra,
en batallas distintas.
Unos al frente del batallón,
otros a regañadientes,
los hay héroes y temerarios al son de las bayonetas.
Algunos hay cobardes y timoratos
escondidos en las trincheras
sin atreverse a avanzar.

Todos llegaremos al mismo sitio
y todos caeremos en la misma guerra.

La vida está llena de casis

La vida está llena de casis,
parecidos, iguales, pero tan diferentes.
Todos señalan un pequeño fracaso,
algo inconcluso,
una distancia mínima pero determinante,
algo así como la última victoria
en una guerra perdida.
La naturaleza de su no absoluto los diferencia.
Esta mañana casi pierdo el tren al trabajo,
y al llegar a la oficina casi no he pensado en ti.
Al almorzar casi me dejo la cartera en el bar
y al mirar a la camarera a los ojos casi me recuerdan los tuyos.
Por la tarde, en el gimnasio casi cojo la máquina que me gusta
y la joven que la estaba utilizando me ha sonreído disculpándose,
casi como tú cuando me quitabas el último trozo de mi postre.
Ya en casa, mientras ceno, veo en el móvil un mensaje:
- Hola, cómo estás? Hoy casi te quiero. Buenas noches.
La vida está llena de casis, parecidos,
tan diferentes, casi iguales.

jueves, 6 de agosto de 2020

Mis calles

Hoy he salido de mi casa
y he notado que me han cambiado las calles.
Pero lo he notado sobre
todo
cuando volvía,
no encontraba el portal
ni el número, ni mis llaves.
Me he parado a pensar,
dónde habré dejado mi casa.
Parado en la nada,
Mirando desconcertado
atrás,
adelante.
Después de un tiempo, perdido,
me he dado cuenta
que mi hogar lo llevo
envuelto, recogido y dentro
de mi corazón.

No volveré a mirarme en un espejo

Para Elena, la hacedora de sueños

No volveré a mirarme en un espejo
como antes.
Ojos negros, profundos, brillantes.
Luna roja en un mar que riela,
y sonríe tímidamente a quien
levanta la vista.
Buscadora de señales,
hablas con tus dulces muertos
y les preguntas a cada instante
por tus amores.
Espejo limpio que reflejas
en tu superficie una pasión
desbordante.
Ojos negros, profundos, brillantes.
Invocas a la sabia lechuza
bajo un cielo estrellado de sueños
y diamantes.
Contadora de cuentos,
bella trovadora,
no me canso de oír tus labios.
Cuéntame una historia,
que quiero dormir, sosegado,
arrullado
entre tus brazos.
No volveré a mirarme en los espejos
si no estás a mi lado.
Ojos negros, profundos, brillantes.

Sal a las heridas

Y si el mar
quiere echarle sal a tus heridas,
disolviendo tu dulce agua
en salitre convertida,
no te asustes,
estaré a tu lado.
Nos bañaremos juntos
sufriremos ambos.

Arrancarme el corazón

Quisiera suavemente
arrancarme el corazón
para poder abrazarlo,
con fuerza,
sobre mi pecho
y susurrarle al oído.
- Te quiero…
Nunca se lo he dicho
y no sé si tendré fuerzas
para hacerlo.

Duerme

A mi querida y dulce Emma

Duérmete mi amor
que yo velaré tus sueños,
esta noche mi alma
hará esta guardia,
y cuando de madrugada
grites, espantada, mi nombre,
apretaré con fuerza tu mano,
me levantaré despacio,
traeré agua
y volveré a tu lado.

Google maps

He buscado en el Google maps 
los contornos de tu cuerpo, 
el lugar exacto de tu boca 
para darte mis besos, 
y por una vez, 
me alegro, 
que me haga hacer
tantos rodeos.

miércoles, 5 de agosto de 2020

Como un rayo de luna

Fue nuestro amor como un rayo de luna,
una noche duró blanca y serena,
donde las nubes reflejaban nuestra dicha,
y la brisa suave de primavera
pronunciaba en susurros nuestros nombres.

lunes, 13 de julio de 2020

El guardián de la noche

A mis hijos

El guardián de la noche ha llegado,
no temáis, haré guardia hasta
que os venza el sueño
y en manos de Morfeo
viajéis por el cielo.
Haré de mi puesto un juramento,
no dejaré pasar ni monstruos, ni brujas, ni trasgos…
Os lo juro por la vida que me dais y el amor que os profeso.
Hasta que os venza el sueño
y en manos de Morfeo
viajéis por el cielo.
Protegeré el calor que calienta vuestro lecho,
miraré vuestras caras, comprobaré vuestro pecho,
y con pequeños espejos atraparé vuestro aliento,
hasta que os venza el sueño
y en manos de Morfeo
viajéis por el cielo.
No me separaré de vosotros ni en mis sueños,
en la noche en calma estaré con los ojos cerrados,
el alma atenta y el susto en el cuerpo.
Hasta que os venza el sueño
y en manos de Morfeo
viajéis por el cielo.
Os cantaré una nana,
os arroparé con esmero,
os contaré mil cuentos.
Hasta que os venza el sueño
y en manos de Morfeo
viajéis por el cielo.
Por siempre a vuestro lado,
con una sonrisa en los labios y un beso en la frente.
Seré vuestro Morfeo y viajaremos juntos
por el cielo.

domingo, 12 de julio de 2020

El cuarto oscuro

Un cuarto oscuro,
ruido, quejidos de muebles,
el miedo en la boca
y en el corazón un aterrador grito que se abría paso entre mis labios
apretados.
Invoqué a la luz,
y se hizo un hueco a mi lado.
Un mar de calma me envolvió,
me sentía en paz
con la oscuridad.
Había una presencia clara y serena junto a mí.
Pero todo fue un espejismo,
un nuevo terror emergía de la paz de las sábanas blancas,
volvía la oscuridad a abrazarme celosamente,
con la pasión de una amante ultrajada.
Todo era niebla densa que oprimía el pecho y la razón,
otra vez los ruidos, quejidos del cuarto oscuro
de mi infancia.

sábado, 11 de julio de 2020

Y 20 años después

Ayer, hoy, mañana…
Ayer sabía qué me esperaba mañana:
una tarde fría pero serena,
un mirar tranquilo,
un suspiro.
Sabía qué me esperaba mañana,
una flor marchita pero tierna,
un beso tartamudo,
un susurro.
Sabía qué me esperaba mañana,
un amanecer mortecino pero cálido,
unas manos inseguras,
una caricia.
Hoy no sé qué me espera el mañana…


Recuerdos de Facebook

A Manuela

Recuerdo verte pasar a mi lado,
encadenado a hipócritas sonrisas,
tus labios impulsaron nuevas brisas
y quedé de cadenas liberado.

Tu bello rostro había malogrado
el libro de figuras imprecisas,
por andar siempre con sus locas prisas,
de nuestro amor las alas ha cortado.

Mi pobre alma Manuela te desea
y entre sombras huidizas te persigue,
mi destino, mi viaje, mi odisea.

De este mi corazón su luz consigue,
que su perpetuo fuego te posea
y que severa ley no le castigue.




jueves, 9 de julio de 2020

Un collar de lágrimas

Quiero hacer un collar con todas las lágrimas
vertidas,
colgarlo en mi cuello y salir a la calle
orgulloso,
frágil,
sereno…

martes, 7 de julio de 2020

Romance de la reina luna

Cuenta una leyenda antigua,
que en las noches serenas
claras, cuando el cielo se abre
y las estrellas desean,
asoma la reina luna
su bermeja cabellera
para conquistar a un joven
mancebo, voluntad tierna.
Niña era la reina, según
cuentan, por nombre Manuela,
enamorada de un joven
labrador, suerte funesta.
Cada domingo salía
a su finca jornalera,
dándole gracias a Dios
por su ventura y grandeza.
Un día en su granero,
lo vio remover la sémola,
su bello cuerpo tostado
por la suave y ardiente esfera
convirtió a niña en mujer.
Ardientes horas de espera
mirando su fuerte pecho,
amor de la reina aumenta.
Le hizo llamar un buen día,
como a dueño le venera,
pero el joven asustado
su dulce beso estropea
y sus requiebros rechaza.
Mas tiernas manos de seda
tocaron tímida su frente,
separan su cabellera
y el amor como una flor
germinó süave y lento.
El rostro alba de la reina
dibujaba una promesa,
-no importe lo que nos pase,
seré tu fiel compañera
por siempre jamás, mi amor-.
Las palabras embelesan
al rendido campesino,
y su pura esencia entrega
a los divinos designios.
Sus brazos con vehemencia
se abrazan con deliciosa
pasión funesta y confesa,
cuerpos de sudor perlados
con renovadas creencias
miran tranquilos al alba,
y a la luna cubierta
por el día se conjuran.
Se enteró el rey de esta afrenta
y ordenó matar al pobre
campesino de Manuela,
sin culpa y sin perdón,
en el calabozo le echan.
La niña, ahora mujer,
pidió a su rey indulgencia,
pero este la rechazaba,
era un plebeyo, ¡qué ofensa!
Se consumó la condena,
el joven triste murió.
La quebrada inteligencia
todos los días lloró,
su espíritu envenena
su maltrecho corazón.
Salió rota de su pieza,
trastornada por el dolor,
deshizo su cabellera,
aurora granate y púrpura,
contempló a la blanca doncella.
-Reina luna, reina roja,
escucha a tu más sincera
y humilde seguidora-.
Le pidió que de tinieblas
escondiera las estrellas,
que ver el rostro amado
esta vez le permitiera.
Desde lo alto se lanzó
y el pacto alunado sella.
Reina luna, reina roja
su cuerpo al cielo lleva,
y ahora la reina luna
a su joven balancea
entre sus níveos brazos,
fijo su rostro, le observa.
Desde entonces los jóvenes
que no pierden la paciencia
de su pasión prohibida,
juran su dulce promesa.
- Reina luna, reina roja,
que nuestra pasión eterna
dure hasta el fin de los tiempos. 


Somos mil pedazos