sábado, 30 de abril de 2022

Mármol

Arcilla se volvió
tu mármol en mis manos.
 
Moldeo con el movimiento
de mi cuerpo
la sonrisa que se dibuja
en tus labios.
 
Al compás del torno
de nuestras cinturas
bebo del seno de tu pechos
desnudos.

Saboreo despacio
el ronroneo que sale de tu boca
ávida de nuevos impulsos
circulares,
rápidos
y certeros.

Enredo mis dedos sobre tu
ensortijado pelo,
creyéndome presa de un tiempo
que se detiene.

Siento firme tu mano
sobre mi nalga desnuda
y erizada de finales que
no quieren acabar.

Tus piernas flexibles me envuelven,
rodean férreas el ansia que no se detiene,
recogen el sudor de nuestras frentes
en el que se ahogará pronto nuestro furor.

Y, por fin, en arcilla se volvió
tu mármol en mis manos.

Somos mil pedazos