domingo, 16 de mayo de 2021

Sentado a la sombra

Sentado a la sombra
de un mar de mayo
soñé un poema:
De otro, de otro
eran tus besos,
desvelos de sábanas
y noches de lunas
rasgadas.
Yo miraba de lejos
tus manos entrelazadas,
sentía envidia,
un poco de rencor, incluso,
pues eran para otro, otro,
tus miradas de negro nácar.
Y recordé al poeta cubano,
el triste sonido de sus versos.
Me dije a mí mismo que
era de otro, de otro
el cielo.

Voy soñando poemas

Voy soñando poemas,
verso a verso,
lágrima a lágrima,
ritmo a ritmo,
beso a beso,
hundido en las olas de
un mar de mayo.

sábado, 15 de mayo de 2021

Soy todas las olas

Soy todas las olas
y ninguna.
El aire húmedo
que acaricia la caracola.
Soy todas las olas
y ninguna.
La risa del niño,
la pena que lloras.
Soy todas las olas
y ninguna.
La tarde vestida de gris,
el peso del viento,
el frío en tu boca.
Soy todas las olas
y ninguna.
La música de tu risa,
el agua en tu cintura,
la vida que me otorgas.
Soy todas las olas
y ninguna.
La mirada torcida,
el miedo en tu pelo,
nuestros besos.
Soy todas las olas
y ninguna.
El océano que reniega
de su existencia.

martes, 11 de mayo de 2021

Los gatos de la noche

Pelean los gatos en la calle,
a plena luz de la luna
sus maullidos rompen
el silencio de los muertos.
 
Una sabiduría superior
guía los pasos de los
perdidos, esta noche.
 
La paz de las estrellas
rompen con sus uñas
afiladas y sedientas.
 
Una fuerza serena
llena de amor y paz y alcohol
los acompaña dóciles a su destino.
 
Los gatos de la noche
pelean en las calles,
el podrido bocado
les espera ávidos por el hambre.
 
Las luces de la ciudad proyectan
fantasmas del pasado,
viejos temores de niños asustados.
 
Sus golpes suenan
veloces y certeros,
cazan luminosos
ojos entre contenedores
de basura y desperdicios.
 
El miedo se apodera del viajero
que prueba su valía
cerrando filas en su sucia madriguera.
 
Su rey se alza con la victoria
hasta la próxima cita
donde el último de los bocados
a sus entrañas anima.

domingo, 9 de mayo de 2021

Al filo de la espada

En el apego de un hombre a su vida hay algo más fuerte que todas las miserias del mundo. El mito de Sísifo, Albert Camus

En guerra, estoy en guerra,
siento las sacudidas
de la montura
rápida y veloz
sobre la tierra.
La sed de sangre
me embarga.
El ruido rompe
cada fibra de mi ser,
la hierba se tiñe del color
de los muertos.
El tiempo detiene
la acción en un gesto
crispado
de rabia y dolor.
Mi cabeza afilada
apunta certera al objetivo,
no hay perdón posible,
no hay salvación
en esta tierra baldía.
Siento que el filo de mi cuerpo ya parte
la oscuridad del día
por última vez.
La fuerza de la mano que me sostiene
es firme y serena
como el alba en invierno
como la noche del alma.
Su presión de ansia y muerte
salvaje.
En guerra,
estoy en guerra,
voy hacia la muerte
con el filo mirando al cielo
y la empuñadura forrada en cuero
negro.
Grita el campo de batalla
gritan todos los muertos
en sus tumbas perdidas y olvidadas.
Sé que es mi último combate,
no me importa,
di mi vida a quien me sostiene,
cumplo con honor
sonriendo de frente,
sin deber nada a nadie
ni a la piedra
ni a la forja
ni al metal.
Esta es mi vida
y la doy con orgullo
por lo vivos
de otros tiempos.

jueves, 6 de mayo de 2021

El misterio

¿Dóndes está el misterio
de los brazos rotos,
del beso perdido
de amores olvidados?
¿Dónde quedó el relámpago,
la audaz metáfora,
el tambor del llano?
¿Dónde ese río moribundo
en el que las almas
se lavan las manos?
Se rompió el encanto
del dulce estilo
se extravió la nota.
Ya no hay martillos
sobre yunques,
ya no hay niños
que sueñan ser piratas.
No más íntimos
roces entre existencias
extraviadas.
Murió la poesía
por brutal sinceridad
de unas sonrisas vacías,
aplastada por el tiempo,
por la anécdota
anodina de una historia de Instagram.

miércoles, 5 de mayo de 2021

El dolor está

El dolor está
en las raíces
en la tierra
en el viento.
El dolor es el fruto
del silencio
del olvido
de la mente.
El dolor envuelve
desde la garganta
al vientre,
desde dentro
a fuera,
desde siempre.

A mi limonero

Mi pobre limonero murió
en una noche de invierno
entre viento, nieve y escarcha.
Intenté salvarlo,
le corté las ramas
rotas,
le di todo mi amor,
le susurré palabras hermosas,
le acuné las raíces sobre mi corazón
marchito,
le canté una nana muda.
Mi limonero se me murió
en una noche de invierno
donde la oscuridad mataba
y el cielo era despiadado.
Yo salí a buscarlo
desnudo,
con la piel como ofrenda
froté mis llagas sobre
su seca corteza.
Desollé mis manos
entre filos y dientes duros,
puse mi alma en juego
por salvarlo.
Mi limonero se me murió
en una noche de invierno
y no sé por qué
yo no morí en el intento,
y no sé por qué
aún me duele
cuando lo recuerdo.

Somos mil pedazos