Miénteme siempre,
a cada instante,
pero hazlo con la dulzura
de una madre atenta y amorosa.
Miénteme siempre,
con todo tu cuerpo, labios y dientes,
con la gracilidad de un ángel y la sensualidad
de una serpiente.
Miénteme siempre,
pero con el corazón henchido de sueños y promesas,
con todas tus caricias, besos y sonrisas,
con la mirada helada de un asesino y la plegaria
de un penitente.
Miénteme, miénteme, miénteme
amor,
pero hazlo
a cada instante,
pero hazlo con la dulzura
de una madre atenta y amorosa.
Miénteme siempre,
con todo tu cuerpo, labios y dientes,
con la gracilidad de un ángel y la sensualidad
de una serpiente.
Miénteme siempre,
pero con el corazón henchido de sueños y promesas,
con todas tus caricias, besos y sonrisas,
con la mirada helada de un asesino y la plegaria
de un penitente.
Miénteme, miénteme, miénteme
amor,
pero hazlo
mirándome
fijamente
a los ojos.
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